Bienvenida

SALUDO

PERFIL DOCENTE

MARÍA FERNANDA  ZAPATA


Vivimos en un mundo en el que pocas veces  nos detenemos a pensar,  solo actuamos mecánicamente, no reflexionamos sobre las consecuencias de nuestros actos y si estos afectan o no a nuestro entorno. Actuamos egocéntricamente pensando solamente en el bienestar propio, sin darnos cuenta que vivimos en una aldea global, en la cual cada una de nuestras acciones repercute al resto. 

Cuando somos niños nos enseñan a seguir instrucciones, normas, postulados sin la posibilidad de cuestionarlos,  no se incentiva la capacidad de reflexión, de crítica, de análisis, de investigación; al contrario se nos enseña a verlos como especie de dogmas a los cuales hay que seguirlos con los ojos cerrados.   Los niños por naturaleza son seres activos, conocen el mundo por medio de sus sentidos a través de interacciones con sus pares, adultos y su entorno,  pero lamentablemente con estas concepciones caducas lo que logramos son niños pasivos, individualistas sin competencias dialógicas, y lo que es peor sin una moral social.  De acuerdo a Kohlberg  dentro de esta perspectiva estaríamos situados dentro de la etapa uno de la  moral reconvencional, en el cual  “Lo justo es la obediencia ciega a la norma, evitar los castigos y no causar daños materiales a personas o cosas…. Las razones para hacer lo justo son evitar el castigo y el poder superior de las autoridades”

En base a esta realidad es necesario rever  la práctica educativa y el rol de  los docentes. El docente debe partir de la concepción de que el niño es  un ser integral y no una suma de partes, el individuo es un ser biológico, psicológico, social y  espiritual.

A pesar de su corta edad, el niño que ingresa a la educación inicial, cuenta con conocimientos y destrezas previas adquiridas genética y socialmente. Es deber de la maestra vincular estos conocimientos a los nuevos, potencializando su aprendizaje y generando situaciones significativas.  Además debe crear ambientes estimulantes que motiven al niño a desarrollar un sentido de autonomía.

El maestro debe investigar el entorno familiar de donde provienen los educandos, las características de la época actual inciden en la existencia de hogares disfuncionales, en los cuales el niño no tiene un referente materno o paterno lo cual  incide o marca su personalidad.  En muchos casos los niños proceden de un entorno familiar violento, el maestro debe estar consciente de esta realidad; es así como la labor de un educador inicial rebasa el aspecto académico, requiere un fuerte equilibrio emocional que le permita transmitir seguridad, confianza, protección. “La moral en el niño se construye a partir de su relación con el medio social en el que vive. A partir del contacto con las personas que lo rodean, recorre el camino que culmina en la interiorización la moral autónoma” ( Manual Práctico para la maestra de Jardín: 22)

Otro aspecto a considerar es la influencia que los medios de comunicación, principalmente la televisión, pueden ejercer en los patrones culturales de los niños, tanto los padres como los maestros deben orientarlos en el tipo de programas que observan, tiempo que dedican; es importante promover la reflexión de los niños sobre los mensajes de los medios, con  el fin de asociarlos a su aprendizaje, tratando de recuperar únicamente aquellos que contribuirían positivamente en el desarrollo de su lenguaje o creatividad.

Una educadora debe recordar que una buena enseñanza no es producto del azar, requiere de una adecuada planificación, actualización continua en los enfoques o modelos pedagógicos, metodologías que promueven un aprendizaje significativo, elaboración y uso de recursos didácticos en el aula.

Es necesario igualmente que el maestro sea coherente entre lo que dice y lo que hace, “es preciso que las palabras y los actos indiquen lo mismo “, los niños imitan las conductas de las personas que le rodean.

La moral del  profesional docente implica así mismo la práctica de valores humanos universales, como el respeto, la solidaridad, la verdad, honradez y transparencia, tanto en el aula como fuera de ella. Estos valores son parte fundamental del currículo escolar y deberían constituirse en el eje de todo proceso educativo.

Considerando que toda actividad humana debe responder al contexto social, es imprescindible la comunicación del maestro tanto con los niños como con sus padres. Aprender a escuchar a los niños posibilita conocer sus intereses, inquietudes y problemas.

Las características de los niños en edad preescolar exigen que el proceso educativo sea eminentemente lúdico, por tanto maestra debe ser creativa e innovadora para realizar actividades que motiven en forma permanente y puedan captar el interés de los niños. El aprendizaje de hábitos sociales es una tarea compleja que se la puede fomentar mediante el juego.

La autoestima se desarrolla desde los primeros años de la vida, tanto la imagen que proyecte la maestra en el grupo de niños como sus actitudes deben ser positivas, generar confianza y seguridad. De igual manera se deben estimular los logros en el aprendizaje del niño.

En caso de presentarse algún problema que escape del control del docente, éste  debe comunicarse con los padres, tratarlo en reserva y no permitir que el problema trascienda. De ser necesario, en un trastorno de aprendizaje o deficiencia física o psicológica, se debe conversar sobre la importancia de acudir a un profesional especializado en el tema.

En síntesis, el docente del nivel inicial, requiere solvencia profesional y calidad humana, ser una persona  coherente en su vida diaria y estar dispuesto a innovar su práctica actualizándose continuamente. Responder a las  exigencias de la sociedad actual, capacitarse en el uso de las tecnologías, vincularse a redes sociales a nivel profesional y comunitario. 



QUITO, DICIEMBRE 2010


BIBLIOGRAFÍA


·         Taylor, Barbara. Como formar la personalidad del niño. Editorial Ceac. España. 1990
·         Manual Práctico para la maestra de Jardín. Edición del tercer milenio. 2003
·         Cortina, Adela.  Ética de mínimos. 2003
·         Cortina, Adela. Los ciudadanos como protagonistas.
·         Morin, Edgar. El método 6
·         Kohlberg. Etapas de desarrollo moral.